Fabio Capello, reconocido exentrenador italiano, recordó su segundo paso por Real Madrid y no se guardó nada: contó que el vestuario olía a alcohol, explicó por que despidió a Ronaldo y rememoró su problema con el delantero Antonio Cassano.
A mediados de 2006, el Merengue contrató a Capello con el objetivo de cortar una sequía de tres años sin títulos. De hecho, funcionó: el equipo se quedó con La Liga 06-07. Sin embargo, no todo fue color de rosas, pues se desarrollaron varios conflictos internos.
"Un día llegó Ruud van Nistelrooy y me dijo: 'Señor, aquí en los vestuarios huele a alcohol'. Era cierto", aseguró el hombre de 77 años en la inauguración del curso académico 2023/24 del Instituto Universitario de Mediadores Lingüísticos (Limec) de Milán.
No es la primera vez que Capello relata este suceso. Cabe mencionar que cuando lo hizo en 2020, el neerlandés, que recientemente estuvo en Buenos Aires, salió a desmentirlo.
Por otro lado, el también exjugador (jugó en Milan y Juventus, entre otros) dio detalles sobre la salida de Ronaldo en febrero de 2007: "Decidí despedirlo, era alguien a quien le gustaba la fiesta e involucraba al grupo. Pesaba 94 kilos ese año. En el Mundial 2002, pesaba 82. Le dije que bajara de peso y llegó a 92,5".
Tras esto, Milan mostró interés por el brasileño y Capello, ídolo de la institución italiana, les recomendó no ficharlo: “Berlusconi me llamó un día para pedirme consejo sobre una hipotética compra. Le desaconsejé, diciéndole que era un fiestero, que sólo pensaba en las mujeres. Me dijo ‘vale, gracias Fabio’. Al día siguiente: Ronaldo en Milan”.
Entonces, el astro se marchó al Rossoneri, donde finalmente solo pudo disputar 20 partidos en dos temporadas, debido a lesiones y problemas de salud.
Además, Capello reflexionó acerca de su cortocircuito con Antonio Cassano y se lamentó por no haber sido capaz de sacar lo mejor del delantero, que supo ser una gran promesa: "Me fui a las manos. Pedía papas fritas antes de cada partido, algo inaceptable. Me enfadé más con el chef que con él. No entendía que hiciera esas cosas. Es mi mayor arrepentimiento porque no pude convertirlo en el gran jugador que pudo haber sido".
Todos los conflictos mencionados, sumados a uno con David Beckam, hizo que luego de aquella temporada 2006-2007, el técnico sea despedido por no tener el apoyo de los hinchas madridistas. Y eso que había ganado el campeonato..