Vélez del mundo, a 30 años: el consejo de Bianchi y el susto que marcó la mítica victoria ante el Milan
El 1° de diciembre de 1994 el Fortín se quedó con la Intercontinental al vencer al poderoso conjunto italiano en Japón después de una larga preparación en la que los dirigidos por el Virrey vivieron de todo.
Hace exactamente tres décadas, Vélez conquistaba el mundo. El 1° de diciembre de 1994 el Fortín viajó hasta Tokio, Japón, para disputar la Copa Intercontinental en la que venció al Milan de Fabio Capello por 2-0 cerrando un ciclo inolvidable para los fortineros. Pero en el medio de esa travesía sucedieron cosas que hoy son recordadas como anécdotas curiosas de la proeza que logró el plantel comandado por Carlos Bianchi.
Durante estos años los protagonistas han recordado intimidades de la preparación de aquel equipo que tenía el desafío de enfrentar a un Rossonero plagado de figuras y gran candidato. Franco Baresi, Paolo Maldini y Zvonimir Boban eran algunas de las estrellas de los europeos que venían de doblegar por 4-0 al Barcelona en la definición de la entonces Liga de Campeones de la UEFA -hoy Champions League-.
Consciente de lo que le esperaba, el Virrey, luego multicampeón como DT de Boca, trabajó en todos los detalles junto a sus jugadores, desde la motivación hasta pequeñas actitudes que podrían ayudar a inclinar la balanza. En este sentido, el Turco Asad, autor del tanto que liquidó la historia antes de la hora de juego, contó una indicación que le dio el técnico: "Cuando tengas en frente a Baresi, ponele la cola y tiralo a la mierda...Hacele sentir tu presencia, con respeto. Que él se cuide de vos".
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La idea del cuerpo técnico es que lograran achicar la diferencia de jerarquía con actitud e imponiéndose desde el roce. Mal no le salió. El Turco, a quien en los días previos lo obligaron a pesarse porque no se llevaba bien con la balanza y Bianchi le exigía que estuviera en plenitud física, hizo el 2-0 gracias a una avivada cuando capitalizó un pase de Demetrio Albertini hacia su arquero que quedó corto, el atacante lo interceptó y rápidamente definió la historia.
El gol del Turco Asad que liquidó la final de Vélez ante Milan
Pero así y todo en los días previos las dudas dijeron presentes puertas adentro de la concentración. "Dos días antes del partido, Carlos nos mostró la final que le ganaron 4-0 al Barcelona. Abrimos los ojos grandes y dijimos ‘con estos nos comemos seis’. Y a las 24 horas nos mostró otro actuación: perdieron y jugaron mal. De esa reunión salimos muy motivados", le contó Asad a Infobae en una entrevista hace unos años.
Otro suceso que bien podría haber cambiado el curso de las cosas fue el susto que le generó a todos Marcelo Gómez durante la entrada en calor previa a la final. El volante estaba haciendo los trabajos precompetitivos, pisó mal y se torció el tobillo. Sin embargo, no se perdería el partido: lo infliltraron y disputó los 90 minutos.
A 30 años, la gesta de ese plantel se vuelve cada vez más gigante. El club de Liniers, que en la definición se había puesto en ventaja por un tanto de penal del capitán Roberto Trotta, se convirtió así en el sexto argentino en levantar el título más importante de todos a nivel clubes ante uno de los clubes más grandes del mundo que tenía un entrenador que dejó un legado en Europa y llegó a catalogar aquel partido como la derrota más dura de su carrera.
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