No a La Bombonera
Argentina seguirá jugando como local en La Boca durante las Eliminatorias. ¿No era que la Selección debía ser prioridad para el fútbol argentino?
La Bombonera continuará siendo la casa de la Selección. De esta manera Scaloni respeta así la decisión tomada cuando, con Sampaoli en el banco, se intentó que un estadio pudiera lograr el objetivo que al equipo se le venía negando: conseguir los tres puntos. Inesperadamente el resultado no fue el deseado y el Alberto J. Armando no pudo romper el cero en el arco peruano.
Elegir una cancha por el efecto que pueda llegar a generar en los jugadores ha pasado de moda: tal vez hace 60 años algunos futbolistas podían sentirse intimidados por una determinada atmosfera especial, pero en los tiempos que corren sobran los ejemplos para entender que hace rato la gente dejó de inclinar la balanza. Si nos tomamos el trabajo de obviar esta gran verdad, tampoco tiene mucho sentido imaginar un clima festivo durante los partidos de Eliminatorias si en 40 años solamente craneamos dos canciones para alentar al equipo de (casi) todos (en los últimos mundiales salieron algunos hits buenos pero la precisión temporal en sus letras anulan la posibilidad de convertirlas en clásicos).
Caído este argumento para sostener a La Bombonera, tachamos también al Monumental. Con vivir en la Argentina te alcanza para darte cuenta que, para mantenerse sin problemas con la mayoría, hay que evitar cualquier esquirla derivada de la eterna discusión de todo lo que rodea a las dos instituciones más importantes del país.
Más allá de la posterior aclaración del DT y su “la cancha de River siempre está en los planes”: ¿Cuántos fanáticos del Millonario mirarán de reojo al seleccionador después de sus dichos?
Ya que estamos, borramos cualquier otra opción cercana territorialmente hablando porque históricamente Buenos Aires le ha dado la espalda a nuestra Nacional: no existe porteño que sienta más amor por la Selección que por su equipo (aparte el público no es el mismo que habita durante los fines de semanas nuestros estadios, las entradas repartidas por sponsors terminan en manos de hinchas que por lo general siguen el fútbol cada tanto por televisión).
El equipo nunca será prioridad como siempre intentan impulsar desde la AFA ni tampoco conseguirá unidad en las tribunas en un lugar en donde exista una fuerte rivalidad entre dos clubes de fútbol. Dicho esto, agregamos Santa Fe, Rosario y Córdoba a la lista negra.
Argentina tiene que jugar en donde sea bienvenida, en una tierra revolucionada porque llegó Messi, en una ciudad en donde la persona que va a la cancha falte al laburo por ir a sacar la entrada para alentar a los grosos que juegan afuera (no estoy fomentando la vagancia, tampoco la falta de un sistema electrónico para obtener tu ticket, simplemente describo situaciones posibles de vivir en nuestro país).
Si Scaloni quiere acabar con la polémica generada innecesariamente, sabe que en Mendoza, San Juan, Salta, Jujuy, Chaco, Formosa o Santiago del Estero puede encontrar todo lo que nunca conseguirá en la mítica Bombonera: paz.
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