Alvarado, entre la resignación y la búsqueda de crecimiento
El Torito se armó para pelear arriba, pero ni siquiera entró al reducido y sufrió la alegría de su clásico rival. La victoria sobre el Tiburón, apenas un consuelo.
Alvarado terminó su participación en la Primera Nacional. No pudo entrar al Reducido más allá de haberle ganado el clásico a Aldosivi, el campeón, y de que había armado un equipo con la idea de pelear arriba. Quedó en promesas, como en los anteriores torneos, donde tampoco pudo pasar de fase.
Gustavo Gatti, mánager del Torito, le puso paños fríos a la bronca futbolera que reina en la gente por el ascenso del Tiburón: “Nosotros estamos enfocados en nuestro crecimiento. Somos relativamente nuevos en la categoría y año a año tenemos que seguir creciendo. Jugar dos clásicos después de tantos años fue hermoso, sobre todo cuando hicimos de local . Ver el marco con nuestra gente y cómo disfrutaron es invalorable” dijo el dirigente.
En lo estrictamente deportivo, Alvarado quedó 15°, con 45 puntos conseguidos. No pudo ir por el ascenso. Primero tuvo como entrenador a Mauricio Giganti. Luego llegó Gabriel Gómez, el técnico con el cuál venció al hoy campeón de la Primera Nacional. “Este año tuvimos chances concretas de poder ingresar al Reducido. Perdimos partidos clave por distintas circunstancias. Se seguirá trabajando en busca del crecimiento del plantel y de la estructura”, comentó Gatti, quien está en la tarea basal de negociar la continuidad de este cuerpo técnico.
Al Torito le queda volver a empezar. Ahora sin clásico, pero con la idea fija de alcanzarlo en el círculo superior y convertirse en protagonista de un clásico de Primera.
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