La Villa Olímpica, un dolor de cabeza: la drástica decisión que toman algunos atletas en París 2024
Las quejas sobre la comida y las altas temperaturas son cada vez más comunes y algunos deportistas decidieron irse de la Villa. La ironía de Simone Biles y el lamento de Ariarne Titmus: "Es ridículo lo que nos están haciendo pasar".
Falta de comida, altas temperaturas e inundaciones son algunos delos problemas con los que los deportistas han tenido que convivir en la Villa Olímpica. Los primeros días los inconvenientes se escuchaban con frecuencia fuera de micrófono, pero poco a poco los atletas han ido contando qué sucede en los edificios que alojan a más de 10 mil participantes de los Juegos de París 2024.
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En la delegación argentina, la voz más fuerte que se escuchó fue la de Santiago Gómez Cora, entrenador de Los Pumas seven, quien fue lapidario con la organización: “Dejé todo lo que decía París, en ropa, en recuerdos, en cosas que nos habían regalado. No extraño nada de Francia. Hostilidad, estadios, la gente que recibía insultos en la calle, familiares y amigos, la verdad que no me quedo con nada de París”.
Luego, detalló lo que sucedía en la Villa Olímpica: "Está de moda esto de que no hay proteínas y que la comida sea vegana o vegetal o no sé qué, y no había proteínas. Hacíamos colas de 40 minutos para que te den una hamburguesa o lo que servían de carne. Esperar 40 minutos es mucho para un deportista de alto rendimiento. Obviamente por eso no entran por ahí muchas figuras a la Villa Olímpica porque pasa esto con la comida".
Así como algunas de las grandes figuras evitan la Villa Olímpica, no solo la de París sino cualquiera en este tipo de eventos buscan más privacidad, hay algunos deportistas que sí estaban y decidieron irse de los edificios construidos en la zona de Saint Denis en busca de mayor comodidad.
El italiano Thomas Ceccon, medalla dorada en 100 metros espalda, fue uno de los que reconoció las malas condiciones en las que viven: “En la Villa Olímpica no hay aire acondicionado, hace mucho calor, la comida es mala. Muchos deportistas se desplazan por eso. No es una excusa, es la pura crónica de lo que quizá no todo el mundo sabe o se ve”.
“Subrayo que esto no pretende ser una excusa ni una coartada, todos estamos viviendo las mismas situaciones y estamos en las mismas condiciones. Es algo que probablemente mucha gente no sepa y es justo contarlo”, agregó el nadador.
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La comida, el punto de mayor conflicto en la Villa Olímpica
París 2024 anunciaba tener el “comedor más grande del mundo” y, al parecer, la comida no alcanza para los deportistas, que se tiran “de cabeza” en busca de alguna proteína.
“Hay escasez de determinados alimentos: huevos, pollo, ciertos hidratos de carbono, y luego está la calidad de la comida, como la carne cruda que se sirve a los deportistas”, admitió Andy Anson, director ejecutivo del Comité Olímpico Británico, en las columnas de The Times
Por su parte, Simone Biles, la leyenda estadounidense de la gimnasia, no quiso ir a fondo con las críticas, pero ironizó: “Las pizzas son buenas, pero no creo que en la Villa Olímpica sirvan cocina francesa como la que se puede comer afuera”.
Desde la organización, en tanto, reconocen que “ante la alta demanda de los deportistas, ciertos alimentos han tenido que ser racionados” aunque aseguran que “los volúmenes de alimentos de alta demanda se han reforzado”.
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Australia fue una de las delegaciones que tuvo inconvenientes y debió demorar el ingreso de sus atletas: “Debido a una variedad de problemas en la Villa, incluidos el gas, la electricidad y la plomería, he decidido que ningún miembro del equipo australiano entrará a nuestro edificio”, señaló la jefa de misión, Kitty Chiller.
“Baños bloqueados, tuberías que gotean, cables de electricidad expuestos, escaleras oscuras sin instalaciones de luces y suelos sucios”, detalló el comunicado. Gómez Cora también había contado que Las Leonas pasaron por algo similar: "El edificio argentino no tuvo agua todo un día. Te doy más detalles: las chicas de hockey se tuvieron que mudar a otro edificio porque desbordaba el inodoro de caca. Estuvimos todo un día yendo a baños del comedor. La verdad que sorprende que las organizaciones del deporte de alto rendimiento tenga esos estándares”.
La vigente campeona del US Open, la estadounidense Coco Gauff, fue otra que elevó la voz: “Es increíble que en este tiempo tengamos que compartir dos baños entre 10 atletas. ¿Quién tuvo la genial idea? ¿No saben que nuestro tiempo es valioso?”. El problema no lo tiene Novak Djokovic, una de las estrellas que decidió no alojarse en la Villa Olímpica: "Quiero más intimidad y poder estar concentrado en el torneo. La Villa es una de las mejores experiencias durante unos Juegos, pero se resiente tu energía. Iré a visitarla, pero creo que no estar allí sea lo mejor para mí”.
Sobre la intimidad, precisamente, la atleta estadounidense Chari Hawkins contó: “La ventana muy bonita, vecinos de todo el mundo, pero no hay cortinas. Ni un poco de privacidad porque pensaron que poner cortinas no era necesario, así es que improvisamos”.
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El calor, otro problema para los atletas en la Villa Olímpica
Una de las discusiones durante la construcción de los edificios fue que, pensando en el medio ambiente, la organización decidió no instalar aires acondicionados. Los primeros días el clima ayudó, pero luego la temperatura subió hasta los 35 grados y los deportistas comenzaron a padecer.
“Paso mucho calor, en la Villa no hay aire acondicionado, no comemos bien y hay problemas con la comida. Muchos deportistas se desplazan por estos motivos. ¿Si me quedo con Tokio o París? Sin duda, Tokio, no hay comparación. Es muy difícil que eso se supere”, expresó el italiano Ceccon.
"Hacía 35 grados y no había aire acondicionado, por el tema de que sea de bajo costo, que no contaminen y la verdad que no podés dormir con 35 grados. Los chicos no durmieron las dos primeras noches. Había unos ventiladores ecológicos que enfriaban menos que nada", señaló Gómez Cora.
La temperatura no solo es un problema en la Villa Olímpica, sino que también en los traslados de los deportistas hasta los lugares de competencia o entrenamiento porque los micros no suelen tener aire (paso lo mismo con los de la prensa).
La gimnasta española Anita Pérez compartió un vídeo en sus redes sociales sobre esta situación: “Lo de los buses es inhumano. 40 grados y sin aire acondicionado en un autobús media hora hasta el pabellón. Esto me parece una pasada para los deportistas, y para cualquier persona. Gente sentada incluso en el suelo”
Ante todos estos inconvenientes, algunos Comité Nacionales decidieron o bien invertir plata para la comodidad de sus atletas en la Villa Olímpica, como con la compra de más aires acondicionados portátiles, o directamente los trasladaron hacia otros establecimientos.
Por ejemplo, según The Korea Times, seis nadadores surcoreanos dejaron la Villa Olímpica y se fueron a vivir a un hotel cercano a la piscina París La Defense Arena para evitar todos estos inconvenientes. En tanto, la multicampeona de la natación, la australiana Ariarne Titmus, resumió: “Es ridículo todo lo que nos están haciendo pasar. Vivir en la Villa Olímpica dificulta el rendimiento y hemos venido para eso, no para estar pensando en reciclarlo todo”.
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