La historia de Valentina Petrillo, la primera mujer transgénero en disputar los Juegos Paralímpicos
La velocista italiana, de 51 años, quedó eliminada en las semifinales de los 400 metros en París 2024, clase T12 de discapacitados visuales. Es ingeniera informática de profesión y cuenta con un pasado en la selección de fútbol sala de su país.
La velocista italiana Valentina Petrillo, de 51 años, se convirtió en la primera mujer transgénero en disputar los Juegos Paralímpicos, más allá de quedar eliminada en las semifinales de los 400 metros, clase T12 de discapacitados visuales.
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Petrillo nació hombre en Nápoles en 1973. En 2017 dijo basta. Pensó que era el momento de dejar de ocultarse y tratar de ser y vivir cómo realmente se sentía, como una mujer. Inició el cambio de sexo en 2019, en 2021 ya era elegible para competir en la categoría femenina bajo las regulaciones del Comité Paralímpico Internacional y en 2023, a efectos legales de la administración italiana, terminó su transición a mujer.
El tratamiento hormonal que sigue le permite dividir por cuatro su nivel de testosterona y, por tanto, cumplir con los valores exigidos de cinco nanomoles por litro de sangre que exige en su normativa el Comité Paralímpico Internacional.
Petrillo, una referente e inspiración para el colectivo LGTBIQ+, compitió este martes en el Estadio de Francia, ante la atenta mirada de casi 70.000 personas, y dijo adiós a su participación en los 400 metros en semifinales, puesto que terminó tercera su serie.
La atleta registró en meta un tiempo de 57.58, marca personal, por detrás de la iraní Hajar Safarzadeh (56.07) y la colombiana Alejandra Paola Gómez junto con su guía Markinzon Manzanilla (56.34), que fueron las dos que pasaron de ronda.
"He vivido el día más importante de mi vida deportiva", confesó la italiana al llegar a meta tras debutar en París 2024, donde cumplió un sueño que llevaba demasiados años persiguiendo, desde Atlanta'96, cuando aún era un hombre.
Ese deseo comenzó de pequeña, a los seis años, cuando vio a su ídolo, Pietro Mennea, ganar los 200 metros masculinos en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
“Desde ese momento tuve el sueño de emular a Pietro, vestir la camiseta de la selección nacional, ir a los Juegos Olímpicos y ganar una medalla como él pero no era tan fácil porque aparte de las cualidades necesarias nací como un hombre en Nápoles, en un barrio peligroso, y yo me identificaba como mujer. Eso era un gran problema en un sitio conflictivo”, declaró.
Aún así, el atletismo no fue siempre el principal deporte a practicar ya que llegó a formar parte de la selección de fútbol sala italiana, ganando 11 títulos nacionales.
“El atletismo siempre ha sido una válvula de escape para mí y me ha ayudado a mejorar mi autoestima en un entorno que también podría ser hostil para las personas discapacitadas. Correr me hace libre. Es lo único que me gusta hacer y lo hago con pasión. Siempre he corrido y hacerlo aquí, ahora, como mujer, me hace sentirme realizada. No puedo pedirle a la vida nada más que eso. No ha sido fácil pero lo he logrado”, confesó.
París, dónde ha hecho su debut en los Juegos Paralímpicos, es una ciudad a la que siempre estará ligada por este y otros motivos Petrillo, ingeniera informática de profesión.
“Es la ciudad donde me diagnosticaron la enfermedad de Stargardt -degeneración macular genética sinónimo de pérdida progresiva de la visión- en 1988. En ese momento hice un viaje desesperado para llegar a la Universidad de Créteil y reunirme con un experto, que finalmente le dio un nombre. Luego volví a competir en el Gran Premio de atletismo hace dos años, y el año pasado, en 2023, gané dos medallas de bronce en el Mundial en el estadio de Charlety", subrayó.
Estar de nuevo en París y cumplir el sueño de ser atleta paralímpica la ha dado la condición de referente, algo que ella lleva con orgullo.
“Estoy aquí para valorar la libertad de expresión y dar esperanzas de tener un futuro mejor para todos. Espero que mi experiencia sirva de inspiración a las personas para que no se encierren en sí mismas, sino que encuentren la fuerza para salir de ese armario en el que puedan estar, ya sea como personas transgénero, como personas que no se identifican con ningún género o como personas con alguna discapacidad”, señaló.
Petrillo también reabrió un debate en la sociedad respecto a este tema que comenzó a fraguarse hace tres años cuando la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard participó en los Juegos Olímpicos y que este mismo 2024 también volvió a ponerse de manifiesto con las boxeadoras argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting.
“Sé que me criticarán, que algunos no entenderán por qué hago esto, pero estoy aquí, luché durante años para conseguirlo y no tengo miedo. Ahora soy yo, me siento bien", recalcó.
Su lucha, pese a la controversia que ha generado en Italia, donde gobierna la extrema derecha de Giorgia Meloni, abiertamente opuesta a la ideología de género, no ha encontrado debate en la familia. Se siente respaldada y prueba de ello es que en el Estadio de Francia estuvieron su hijo, su hija, su exmujer y su hermano. También tiene pensado en competir en los 200 metros.
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