Cómo logró Instituto salir de la mala y prenderse arriba
Los malos resultados habían generado un punto de quiebre con la hinchada. Dabove no se desesperó, los jugadores levantaron el nivel y ahora pelean en lo alto.
Banfield vs. Instituto, por la Liga Profesional: el gol de Puebla (2-1)
Instituto pasa por otro buen momento en Primera desde su regreso y con la seria intención en cada torneo de asentarse de manera más fuerte en la máxima categoría. De la mano de Diego Dabove, parece encontrarle la vuelta a las competencias que se le presentan, con puntos altos y bajos que debió experimentar.
Es cierto que el camino transitado no fue sencillo, pero sirvió para nuevamente estar prendido en los puestos de arriba, algo que ya había vivido en la pasada Copa de la Liga Profesional en la fase de grupos. En aquella oportunidad, tuvo un gran arranque y se fue desinflando futbolísticamente y en función de los resultados.
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De todas maneras, esta parece ser otra función del equipo de Alta Córdoba, con otros objetivos y, tal vez, con la experiencia de lo ocurrido en meses pasados. El propio entrenador fue encontrando variantes a la formación inicial, pero principalmente el equipo se sobrepuso a situaciones negativas dentro de este torneo, algo que había generado un principio de quiebre con la hinchada.
Sin embargo, esto mejoró notablemente con la personalidad del equipo que se recuperó, no desesperó y retomó la senda de los buenos resultados. Esto en relación a lo mencionado anteriormente, es decir con un once que se fue consolidando, con algunas variantes en puestos puntuales, pero con una formación que se iba repitiendo partido a partido con los experimentados y con algunos chicos surgidos en el club.
El equipo cuenta hoy con jugadores que recuperaron, en muchos casos, un buen nivel y el DT pudo mantener la regularidad de piezas fuertes en la columna vertebral. Esto se fue construyendo con cada juego, convirtiéndose en un mano a mano entre prueba y error hasta lograr el equilibrio preciso.
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Aun perdiendo en sus últimas fechas a Santiago Rodríguez, uno de sus jugadores fuertes y figura aclamada por el público glorioso, el plantel no perdió poderío y, pese a extrañar sus condiciones, se reformuló desde lo futbolístico y en la cosecha de puntos. “Es un equipo que va ganando en madurez y en el saber jugar este tipo de partidos”, dijo Dabove tras ganarle el fin de semana a Banfield como visitante.
De todas formas, esto parece ser un punto fundamental no sólo en un partido determinado, sino que la madurez y la capacidad para afrontar diferentes cruces de este campeonato son factores adquiridos con la experiencia desde la vuelta a Primera. Así, Instituto se planta con los objetivos claros en este momento.
Con una localía fuerte en esta Liga (no perdió en sus seis presentaciones en casa), el conjunto de Alta Córdoba sigue con la convicción de hacer pie definitivamente en la máxima categoría y la intención de meterse en una copa internacional. Sin desesperarse en las derrotas y sin volverse loco en los triunfos, de esa manera se plantea el presente.
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