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Review de Destiny 2 LIGHTFALL: El principio de la era final de la saga se oscurece un poco en el caos de Neptuno

Probamos el flamante DLC de Destiny 2 y te contamos qué nos pareció. Es la séptima expansión de esta entrega. ¿Vale la pena?

Destiny 2: Lightfall
Destiny 2: Lightfall

La saga de Destiny en general se ha ganado un nombre dentro de la industria y ha podido mantenerse relevante durante los últimos 10 años con sus altos y bajos. En el mundo de Destiny 2, Lightfall se ubica como la séptima entrega de este ciclo y es una nueva expansión que busca mantener el impulso logrado con The Witch Queen, enfilando a lo que apuntan ser los últimos años de este Arco narrativo.

Para ubicarnos y crear el contexto, la historia nos lleva al enfrentamiento con el gran enemigo que siempre trabajo en sombras y que hemos estado persiguiendo todo este tiempo, un ser extraño y poderoso llamado The Witness, que se trae toda una nueva lista de poderes y habilidades y que esta vez suma en sus filas al desalmado emperador Calus de la primera entrega conocida ahora como la guerra Roja.

Para ayudar al Viajero, que es la esfera blanca y misteriosa que aporta sus poderes de luz a los guardianes, empezamos con una infiltración a sabotear unas naves y conocer a algunos de los nuevos contrincantes, entre ellos el interesante y definitivamente mortal Tormentor, para luego seguir a Osiris y el resto del combo en la lejana y desaprovechada Neomuna, la nueva ciudad que nos presenta el juego en el planeta Neptuno. En cuanto a historia vamos a parar ahí para no spoilear mucho, pero nos queda decir que la historia lleva entre 8-10 horas de nuevo contenido narrativo y suma algunas horas más con el arco de la tierra, que es completamente aparte y correspondiente a la nueva temporada, no al DLC en sí.

En este punto cabe mencionar ahora que definitivamente nos presenta un material que no está a la altura de lo que esperábamos luego de The Witch Queen, que fue un punto bastante alto, casi a nivel del legendario Taken King de la primera entrega. Debemos transitar una historia convulsa y medio tirada de varios lados, con momentos interesantes pero cortos, y que habían hecho hincapié y creado hype en la nueva ciudad de Neomuna, que termina siendo una decepción por lo vacía y fría que se siente, ya que aparte de los parlanchines Cloud Striders y su acartonado humor, no hay nadie más en toda el mapa.

Esto tiene una explicación en la historia, pero parece más una excusa para y realmente se siente como una oportunidad que se dejó pasar. Lo que en realidad hace sentir este traspié narrativo, es que se pierde el balance entre aventura/historia y shooter que siempre supo manejar tan bien Destiny y que es parte de su supervivencia hasta estos días, al final quedan bastantes puertas abiertas que suponemos se irán cerrando en lo que resta del año con las nuevas temporadas y adiciones.

Review de Destiny 2: LIGHTFALL

Review de Destiny 2: LIGHTFALL

Como viene siendo costumbre, las misiones de nuevo podemos hacerlas en modo normal o legendario que determina el tipo de loot que vamos a recibir al final, y la diferencia en el nivel de exigencia se siente bastante. Aparte de las nuevas misiones en Neptuno y la Tierra, donde encontramos una nueva actividad denominada Defiant Battleground, que es una especie más de incursión, seguimos teniendo los clásicos Nightfall, Vanguard, Gambit y el Crucible para cuando queremos solo competir un rato sin pensar en seguir ninguna historia.

En cuanto a los Guardianes, esta vez se suma una nueva disciplina llamada Strand, que reemplaza las habilidades clásicas con nuevos poderes como dejar colgados a los enemigos, de forma similar al congelado del Stasis, o que en vez de granada tenemos un grappling hook que nos hace parecer a Spiderman y que está bastante divertido la verdad para recorrer un poco más los paisajes de la ciudad y sus altos edificios. En esto el juego se refresca un poco y nos invita a probar con nuevas combinaciones de armas y habilidades para aprovechar al máximo todo el potencial de lo nuevo y empezar a soltar lo que fue quedando desactualizado en el ocaso. Acá es donde realmente Lightfall es interesante ya que se siente como un prólogo donde testeamos las armas, poderes y combos que llegan para explotarlos en todas las futuras entregas y actividades, empezando por el esperado nuevo Raid que se estrenará el 10 de marzo.

En sí el juego no está mal, si no que da la sensación de una oportunidad perdida o que se queda corta, pero como parte de un todo y por el legado que carga, le apostamos a que es solo el inicio de lo que será un cierre digno y merecido luego de tanto tiempo. Desde TyC Sports E le damos un 7/10 y lo recomendamos para seguir el lore y estar a punto para la próxima etapa.

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