Cómo mejoró Boca con el cambio de esquema
En los últimos tres partidos el entrenador Fernando Gago optó por la clásica formación que tantas alegrías le dio al Xeneize en su historia, el 4-3-1-2, y consiguió una mejora notable.
La contundente victoria de Boca por 3-0 ante Central Córdoba en Santiago del Estero parece empezar a encaminar la levantada del equipo de Fernando Gago, que si bien acumula cinco victorias consecutivas por el torneo local todavía sufre la eliminación de la Copa Libertadores ante Alianza Lima. La mejora del Xeneize no solo se explica en una cuestión de actitud, sino que también hay argumentos futbolísticos y un factor determinante fue el cambio de esquema: ya no juega con extremos, sino que retornó al 4-3-1-2 clásico.
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Después de insistir varias veces con incluir un solo centrodelantero y tres futbolistas ofensivos más atrás, dos punteros y un enganche o mediapunta, Gago decidió que en la Bombonera frente al elenco peruano salgan al campo de juego tres volantes, un enganche y dos centrodelanteros. Ander Herrera, Milton Delgado, Kevin Zenón, Carlos Palacios, Miguel Merentiel y Edinson Cavani fueron los nombres de mitad de cancha en adelante aquel día.
Pese a la victoria por 2-1, que podría haber sido más abultada y permitido al Xeneize meterse en la fase de grupos si no fuera por la cantidad de goles que falló, el equipo mostró una evolución en el juego con respecto a los partidos anteriores. Desde entonces, ese parado táctico y los nombres no se modificaron, a excepción de Merentiel, quien perdió el puesto con Miltón Giménez.
Ante el Ferrioviario, el cuerpo técnico repitió el mismo once que había superado a Rosario Central, algo que parecía impensado hace un tiempo cuando la rotación era una marca registrada del ciclo, incluso aunque los resultados no fueran los esperados.
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Por eso, este nuevo Boca que parece emerger, aunque debe seguir por esta senda para sostener lo que se insinúa, es muy diferente al anterior, como si el técnico hubiese sufrido una transformación. Su once sale de memoria y no cuenta con los extremos que tantos frutos le dieron en Racing e incluso eran una marca registrada en Aldosivi y Chivas.
¿Qué fue lo que benefició a Boca de este cambio de esquema? En primer lugar, varios jugadores volvieron a jugar en sus puestos y eso hizo que levantaran el nivel. Kevin Zenón regresó a su posición de volante por la izquierda en el que tanto sobresalió en Unión y en el primer semestre de Diego Martínez. Después de haber sufrido un bajón futbolístico sumado a los intentos de Gago por convertirlo en extremo derecho, el zurdo empieza a ser una pieza clave desde ese sector del campo de juego.
Lo mismo ocurre con el ataque. Edinson Cavani, aún errático para el gol, suele moverse con más tranquilidad cuando comparte el frente de ataque con otro delantero. Giménez lleva dos tantos consecutivos y está derecho, mientras que Merentiel entró un rato ante Centrla Córdoba y marcó.
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A su vez, la zona de volantes parece mejorada en su totalidad. Milton Delgado volvió del Sudamericano Sub-20 con un gran nivel y se adueñó del puesto de volante central. Recupera, da pases para adelante, verticaliza el juego y se entiende muy bien con Herrera, que frente al Ferrioviario dio una clase de fútbol.
Al mediocampo, que en muchos encuentros con Gago estaba conformado por dos volantes solamente, se lo ve mucho más ordenado y con futbolistas que cumplen la función que mejor saben hacer, incluso Carlos Palacios como un enlace, pese a que no está en su mejor versión.
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Lucas Blondel dejó de moverse como interno por la derecha (la última vez fue ante Alianza Lima en Perú) y regresó a ser el cuatro. Lautaro Di Lollo siempre rinde como primer marcador central y Marcos Rojo está atravesando uno de sus mejores momentos de los últimos años. En la izquierda, Lautaro Blanco le ganó el lugar al castigado Marcelo Saracchi y por ahora cumple, mientras que en el arco Agustín Marchesín demuestra porqué fue arquero de la Selección.
Está claro que a Boca tiene uno de los mejores planteles del fútbol argentino y, ya sin disputar la Copa Libertadores, Gago tendrá la posibilidad de contar con todos para ganar el Apertura, algo que ya manifestó que es una obligación.
Mientras tanto, después de las turbulencias que lo pusieron en la cuerda floja, el técnico comienza a enderezar el barco. Aún está en deuda, pero las decisiones, sin extravagancias y con el retorno a una táctica que le dio muchas alegrías al club en el pasado hacen ilusionar a los hinchas con volver a festejar en 2025.
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