La grandeza de Lionel Messi va generando a su paso todo tipo de anécdotas pero ahora un exárbitro chileno sorprendió con una que excede los límites de su propias responsabilidades: confesó que no lo echó en un partido para permitirle jugar luego la final, y que a cambio le pidió su camiseta.
El autor de la revelación fue Carlos Chandía, quien allá por 2007 se encontraba dirigiendo la Copa América de Venezuela en una carrera como réferi que culminaría en 2009. Por su parte, un Messi de 20 años recién cumplidos era parte de la Selección Argentina del Coco Alfio Basile.
Chandía dirigió el partido de semifinales de la Albiceleste frente a México, al que aplastó en Puerto Ordaz. “Ocurre que Messi estaba con una tarjeta amarilla y yo había dado tres minutos de tiempo agregado. Argentina le iba ganando 3-0 a México y Messi, de la nada, peleando una pelota, se la lleva con la mano. Pero eso fue en mitad de cancha. No había ninguna posibilidad de un gol del equipo mexicano, ni nada por el estilo. Entonces, ¿qué ocurrió? Que yo le dije: ‘Bueno, esta jugada es amarilla, pero te va a costar la remera’”, recordó en ESPN.
“No le mostré la amarilla porque faltaban dos minutos y medio y estando 3-0, yo había dado tres minutos y era cortarle la posibilidad de jugar la final. Entonces, al final, esa tarjeta amarilla a mí me significó no arbitrar la final de la Copa América en Venezuela”, expuso Chandía, quien tras dejar el arbitraje llegó a ser alcalde de la ciudad trasandina de Coihueco.
Por supuesto, una Pulga que ya brillaba en Barcelona cumplió con la devolución de favores y le entregó su casaca número 18 (la 10 le pertenecía a Juan Román Riquelme) al juez: “Me la fue a dejar al camarín después. Incluso se la quería sacar en la cancha. Le dije: ‘No, no, no, no...’ Y llegó al camarín con la camiseta nomás, me la llevó allá”.
Cómo siguó la historia
Efectivamente, Messi estuvo entre los once en la definición, pero aquel equipo naufragaría por 3-0 ante Brasil con los goles de Julio Baptista, Roberto Ayala en contra y Dani Alves. Todavía faltaban muchos años de sequía antes de sacarse la espina con creces entre la Copa América 2021 y 2024 y el Mundial 2024 de la mano de un Messi maduro y líder de grupo bajo la dirección técnica de Lionel Scaloni.