Todo Huracán tenía claro que el objetivo para este semestre era salvar la categoría. Recuperar en apenas 14 fechas, lo malogrado en 27 jornadas de la primera parte del año. Pero el desarrollo fue entusiasmando poco a poco. Con altibajos también, que pintaban un panorama muy oscuro a poco del final, sorteado por el milagro de La Paternal y el golpe en el Monumental. Si hasta pudo coquetear con la siempre especial Copa Argentina el Globo, reapareciendo en cuartos de final tras nueve años y por segunda vez en su historia. La angustia de la lucha por la permanencia tapó la posterior eliminación ante Estudiantes en un flojo partido en Rosario. La ilusión estaba contenida, hasta que se consumó la salvación, y Huracán clasificó a los playoffs de la Copa de la Liga como el mejor equipo de la fase regular.
Estuvo cerca en San Juan de posicionarse entre los mejores cuatro del certamen. Casi que tenía la llave ante Platense resuelta, por la ventaja en el marcador y haber soportado la arremetida del Calamar en el arranque del complemento. Sin haber ejercido un dominio absoluto, pero sí con pasajes de juego positivos que mostraban una evolución. Ya sin presión, apareció de a ratos la circulación y fluidez que supo mostrar en sus picos de rendimiento este semestre. Pero no lo liquidó, perdonó. Y lo pagó caro. Queda afuera de manera prematura, en el primer mano a mano, en una llave que no tenía cucos. Para Huracán era una oportunidad que se multiplicaba: seducía la idea de una recompensa a fin de año después de tanta malaria y volver a coronar en el fútbol de Primera División después de largo tiempo.
Ignacio Pussetto, el corazón del equipo, y Diego Martínez, la cabeza, fueron parte fundamental en todo esto. El que volvió a brindarse en un momento de extrema fragilidad para el club que lo adoptó y catapultó a Europa y el que pudiendo esperar otra clase de desafío, se la jugó “por la historia y la idiosincrasia del club”. Superada la frustración, en ellos puede sustentarse la intención de, en igualdad de condiciones, encarar desde el inicio de la próxima temporada la posibilidad de ser protagonista y pelear arriba.
El entrenador, desde hace semanas mencionado sistemáticamente por el mundo Boca, todavía no se pronunció respecto al 2024. Su contrato finaliza en junio y desde la dirigencia esperan que antes de las vacaciones deje las indicaciones de lo que pretende para el mercado de pases. Su futuro es una incógnita. Por su parte, mientras todavía masticaba bronca por la derrota, Nacho planteó rápidamente el foco en lo que viene. “Hacer las cosas bien desde el minuto cero para pelear arriba”, pidió el 7. Competitivo y mostrando que después de volver para ayudar en la mala, quiere quedarse para aspirar a cosas importantes, mandó un mensaje claro. Para darle bases sólidas a lo que circunstancialmente insinuó en la Liga Profesional 2022 y las Copa Argentina y Copa de la Liga en 2023, deberá aprovechar los casi dos meses de preparación al máximo.
¿Fanático de El Globo? Enterate todas las noticias de Huracán a través de TyC Sports. También podés registrarte gratis e indicar tus preferencias para recibir notificaciones en tu browser o bajate nuestra APP (disponible en Android & iOS). Accedé a todas las estadísticas de La liga profesional del fútbol Argentino.