Mientras todos los ojos de los argentinos estaban puestos en el desempeño de Franco Colapinto en la clasificación del GP de Singapur, un intruso silvestre generó la preocupación, y después la risa, de los pilotos de la Fórmula 1. Un lagarto se metió en el medio de la pista y provocó que Fernando Alonso tuviera que esquivarlo con una maniobra.
El ligero animal apareció en el centro de la escena durante las vueltas que consagraron al joven piloto argentino en la duodécima posición, justo para acceder a la Q2 junto a su compañero, Alex Albon (11°). Si bien le pasó a varios metros de distancia, el aclamado piloto español de Aston Martin, bicampeón del mundo en 2005 y 2006, debió eludirlo con su monoplaza para evitar un incidente mayor en la tercera práctica. Otro que también estaba por allí cuando sucedió la intromisión fue Lance Stroll.
Una vez detectada su presencia, se levantó la bandera roja para suspender la actividad y que pudieran atraparlo. Veloz e intrépido, el reptil, de dimensiones importantes, comenzó a escaparse y a desatar la risa de varios de los corredores que aún no habían entrado en acción.
Aunque las imágenes no se viralizaron en las redes sociales tanto como las corridas del lagarto, la organización lo capturó y permitió que la rutina continuara con total normalidad. "Singapur no sería nada sin un lagarto en la pista", publicó la cuenta oficial de la Fórmula 1, acompañado del video del divertido, y preocupante, momento que se vivió en el continente asiático.
¿A qué hizo referencia este tweet? El año pasado también ocurrió una situación similar con un lagarto en Marina Bay. En ese entonces, Max Verstappen, vigente campeón, había declarado que era el "hijo de Godzilla", otro reptil de parecido tamaño que se metió en 2016. La escudería Williams agarró la frase y la usó para jugar en las redes: "Sesión con bandera roja debido a Godzilla en la pista”.