Qué pasó con Tiro Federal, el humilde club rosarino que se codeó un año con los grandes de Primera
19 años atrás, y luego de 10 fechas sin ganar, los Tigres golearon por 4-0 a Rosario Central y se adjudicaron su primer triunfo en la máxima categoría del fútbol argentino. Su estadía fue tan efímera que terminó al siguiente Clausura. El recuerdo de los protagonistas y una actualidad que dista mucho de aquella gloria.
El resumen de Paso a Paso de River - Tiro Federal
El estadio Marcelo Bielsa fue testigo, hace 19 años, de uno de los momentos más sublimes de la historia de Tiro Federal Argentino. El modesto club rosarino, que había ascendido unos meses atrás a la Primera División y llevaba 10 fechas sin ganar en el Apertura, pegó el puñetazo sobre la mesa al golear por 4-0 a Rosario Central en la cancha de su eterno rival, con tres goles de Javier Cámpora y uno de Rodolfo Aquino. Los Tigres alcanzaron la cúspide deportiva la noche del 18 de octubre de 2005, pero no lograron sostenerse más allá del Clausura 2006 y comenzaron un descenso paulatino. ¿Qué sucedió con ellos?
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El ascenso de Tiro Federal a Primera
El elenco del Barrio Ludueña arrasó en el primer campeonato de la B Nacional 2004/05, que tenía un formato similar a la actual. Se armaban dos torneos de 20 equipos, Apertura y Clausura, y los campeones dirimían el ascenso en una final a partido doble. El ganador subía la elite y el perdedor debía disputar una nueva serie con el mejor ubicado de la tabla general.
Comandado por José María Bianco, Tiro se apoderó del certamen que abría la temporada con 10 triunfos, seis empates y tres derrotas. En el siguiente finalizó octavo, a ocho unidades de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, su rival en el gran encuentro por el título absoluto.
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Después de derrotar al Lobo por 1-0 en el Coloso del Parque Independencia, gracias a un tanto de Javier Yacuzzi, el Tigre del Barrio Ludueña empezó abajo en el marcador, pero llegó al 1-1 a falta de cinco minutos para el cierre, de la mano de Raúl Mono Gordillo. El resultado global le permitió festejar en el norte su primer salto a la creme de la creme.
¿Fue casualidad que subiera a la A? En realidad se venía gestando tiempo atrás, con la llegada de Carlos Dávola a la presidencia a fines de la década del '90. En poco más de un lustro, el club pasó de disputar la segunda categoría de la Liga de Rosario a competir en el Argentino A, actualmente llamado Federal. En 2003 pasó a la B Nacional y, al cabo de tres años, logró codearse con River y Boca.
"Desde el primer momento, con el presidente Carlos Dávola decidimos armar un equipo competitivo y el objetivo principal era ascender a Primera. El presidente apostó todo para saltar de categoría. Con el correr de los partidos el equipo mostró jerarquía", contó Chaucha Bianco en una entrevista con Ovación en 2020. Además, destacó que tuvo "un grupo de jugadores impresionantes y que contagiaba cada vez que jugaba".
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Ilusionado por su estreno estelar, Tiro Federal reforzó sus filas. El Chaucha fue reemplazado por Jorge Castelli, el arco pasó a estar ocupado por Jorge Vivaldo (el Flaco, aquel arquero que se había enterado de la caída de su pase a Boca por televisión un año antes), aterrizaron Hernán Buján -ayudante de campo de Marcelo Gallardo en River- y Daniel Tilger -quien hizo Inferiores en el Xeneize- y apostaron por un joven delantero que había hecho buena campaña en Rosario Central: Javier Cámpora.
La primera fecha fue especial para los Tigres, porque visitaron el Monumental para enfrentar al Millonario. Un puñado de hinchas viajó desde Rosario hasta Buenos Aires con el fin de ocupar una parcela de la tribuna Centenario Alta. "Fue súper díficil y nos tocó perder. Pero era todo un sueño para nosotros, que lo tomábamos como una bendición. Debutamos en un estadio mundialista y contra uno de los equipos más grandes del continente. Pese al resultado, lo disfrutamos", rememora Cachorro en una charla con TyCSports.com. El equipo de Leonardo Astrada venció por 2-0 al cuadro santafesino, con goles de Marcelo Gallardo y Ernesto Farías.
Pasaron nueve partidos más desde aquel 7 de agosto de 2005 hasta que Tiro obtuvo su primera victoria, contra el Canalla -justo- en la cancha de Newell's. "Fue todo medio loco. Hacía unos meses yo me cambiaba en el mismo vestuario con los chicos de Central. Mi viejo es hincha y la gente de estaba justo donde me tocó hacerlo los tres goles. Cuando metí el primero, obviamente estaba contento, pero por dentro me pregunté: '¿Qué hice?'. Un poco me persigue eso hasta el día de hoy. Cuando alguien me dice 'vos le hiciste...' , yo les digo que no me acuerdo de nada, ja. Mi papá estaba orgulloso de mi y creo que no me puteó",recuerda Cámpora, autor de un hat-trick en el histórico 4-0.
Como si fuera cuestión de magia, el conjunto de Barrio Ludueña se desbloqueó y ganó dos duelos más al hilo, frente a Lanús e Instituto, aunque la suerte se acabó en la caída por 5-3 ante San Lorenzo. Después, obtendría otros tres puntos contra Quilmes y cerraría el Apertura -que se lo adjudicó Boca- en el penúltimo puesto, delante de la Gloria. Con el sistema de promedios reinante, necesitaba un milagro para mantener la categoría.
¿Qué fue lo más curioso de ese torneo? Que Javier Cámpora terminó como goleador absoluto con 13 tantos, un registro casi inédito en los libros. "Cuando lo buscamos, sabíamos de su capacidad goleadora y calidad de jugador, pero también su recorrido y falta de oportunidades en el fútbol argentino. Llegó en el momento justo y aprovechó la oportunidad devolviendo con goles la confianza que depositamos en él", afirma Carlos Dávola, al tiempo que rememora que "cuando terminó el partido con Central, me dio la 19 (su número de camiseta). Fue momento muy grato para nosotros e inolvidable para él".
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Con el objetivo de convertir el milagro en realidad, la dirigencia trajo al chileno Óscar del Solar -con trayectoria en su país, pero primerizo en el fútbol argentino- para que fuera el director técnico, luego de lo que habían sido los frustados pasos de Jorge Castelli, Jorge Indio Solari ("si seguía como DT, nos hubiésemos salvado del descenso", dice el Flaco Vivaldo) y Juan Rossi en el Apertura. También reforzó al plantel con los arribos de un novato Lucas Barrios, Ariel Carreño -que había jugado en Boca- y Pablo Melo, entre otros.
"Un poco creíamos que lo podíamos dar vuelta. Teníamos la esperanza de hacer un mejor semestre en lo colectivo. Pero después no pasó. En el segundo semestre metí cinco goles nada más", indica Cachorro, que tiempo más tarde volvió a convertirse en el goleador del Clausura 2011, mientras vestía la camiseta de Huracán.
El certamen que cerró la temporada lo ubicó en el fondo de la tabla, producto de tres triunfos, tres empates y 13 caídas. Ya había arrancado con el pie izquierdo cuando, en la fecha inicial, perdió 5-0 contra River en el Gigante de Arroyito. Su resultado más importante, por la envergadura del rival, fue la igualdad sin goles ante el Boca de Alfio Coco Basile, a la postre campeón, en Rosario. El final del Clausura decretó su regreso al Nacional B al cabo de un año.
Según Cámpora, la cuestión de la localía jugó un papel importante en la dificultad por mantener la categoría, porque nunca pudieron pisar su casa, Fortín de Ludueña. "Nosotros hicimos de local en el Gigante, en la cancha de Newell's y en el predio de Arroyo Seco, que es donde hoy se entrena Rosario Central. Con cualquier equipo que nos tocaba éramos visitante. En la tribuna nuestra estaba la familia y algún que otro más, pero la mayoría lo ocupaba el contrario", sintetiza.
Sin embargo, prefiere mirar el vaso medio lleno: "Fue todo muy loco porque era un club de barrio en lo más alto del fútbol argentino. Tuvimos la posibilidad de jugar contra los grandes. Todo lo que se vivía en el barrio y en la ciudad era alegría. Mirándolo a la distancia, era impensado que un club de barrio llegara a donde llegó".
Dónde está hoy Tiro Federal Argentino de Rosario
"No pudimos sostenernos porque, simplemente, no estuvimos a la altura de las circunstancias", confiesa el presidente de Los Tigres, que perdió a su delantero estrella en el regreso al Nacional B, al venderlo a Cruz Azul de México. Pero lo sustituyó con Leandro Beto Armani, quien se transformaría en uno de los atacantes más importantes de la historia del club.
Tiro estuvo cinco junios más en la segunda categoría y volvió a bajar al Argentino A a mediados de 2011. Nunca más se subió a la vanguardia del fútbol local. Recién en noviembre de 2023 consiguió el ascenso a la máxima categoría de la Asociación Rosarina, tras pasar cuatro años en la B regional. "Es una tristeza la situación actual, pero guardo el mejor recuerdo de Rosario y Tiro Federal", sintetiza Vivaldo en una charla con TyCSports.com.
"Muy importante y recordada permanentemente fue nuestra participación en la A", concluye Dávola, que aún mantiene fresco el óleo en su memoria de aquel equipo que pisó el césped de los recintos más imponentes del país y se codeó con los gigantes de la Primera División.
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