El 29 de agosto de 1959 llegó al mundo Ramón Ángel Díaz, uno de los goleadores más prestigiosos del fútbol argentino y el segundo director técnico más ganador de la historia de River. Más allá de los logros que alcanzó en su carrera de jugador y entrenador, el riojano siempre se ha caracterizado por chicanear públicamente a sus rivales, especialmente a Boca. Sin embargo, hubo una ocasión en la que el Pelado demostró su enfado ante las cámaras de TV utilizando una divertida ocurrencia que hasta el día de hoy es recordada por los hinchas del Millonario.
Transcurrían los últimos meses de 1999 y la Banda buscaba cerrar el año como el campeón del siglo XX, con la motivación adicional de evitar que el Xeneize se coronara tricampeón por primera vez en su historia. El elenco comandado por el excampeón mundial juvenil llegaba tranquilo a la fecha 19 del Apertura. Debía empatar contra San Lorenzo para dar la vuelta olímpica de la mano de un equipo repleto de jóvenes talentos como Pablo Aimar, Javier Saviola y Juan Pablo Ángel.
El riojano decidió poner a sus mejores hombres y saltó al campo del Ciclón con Roberto Bonano; Gustavo Lombardi, Roberto Trotta, Mario Alberto Yepes, Diego Placente; Guillermo Pereyra, Leonardo Astrada, Leonel Gancedo; Pablo Aimar; Javier Saviola y Juan Pablo Ángel.
Por otra parte, José Ramírez; Horacio Ameli, Fernando Ortiz, Aldo Paredes, Eduardo Tuzzio; Pablo Michelini, Carlos Netto, Walter Erviti; Leandro Romagnoli; Raúl Estévez y Bernardo Romeo aparecieron por el túnel con la camiseta azulgrana para jugar de arranque.
River logró abrir el marcador a los 38 minutos del primer tiempo. El Payasito estrelló un tiro libre en el travesaño de Ramírez y el colombiano Ángel cazó el rebote y la mandó a la red. En el inicio del complemento, el equipo de Ramón volvió a demostrar por que estaba peleando el campeonato y se puso 2-0 con un gol del Conejito de penal.
"Me voy de vacaciones": la curiosa frase de Ramón Díaz en medio de los disturbios
La calma se acabaría a los 17 de la segunda mitad. Desde la popular de San Lorenzo comenzaron a tirar bombas de estruendo ante la posibilidad de que el Millonario se consagrara en su propio estadio y el árbitro Horacio Elizondo decidió parar momentáneamente el juego.
"Voy a hablar con el jefe de la Policía para ver si me da las garantías para seguir. Si siguen tirando bombas no va a poder seguir el partido. Acá hay un montón de gente que está trabajando y corre peligro también", explicaba el juez que dirigió la final del Mundial 2006. El comisario Velasco, a cargo del operativo, salió a decir inmediatamente que estaba en condiciones de dar garantías y normalizar la situación.
Muy enojado por lo que estaba sucediendo, el Pelado salió a hablar ante los micrófonos: "Es lamentable por toda la gente que vino a la cancha. A los hinchas de River le cobraron 80 pesos la entrada y lo único que queremos hacer es que los pibes demuestren que quieren jugar al fútbol", expresó.
Pero lo curioso ocurrió cuando le preguntaron sobre la resolución que debería tomar Elizondo. "No sé, yo el martes me voy de vacaciones", tiró en tono tajante. Pese a los incidentes desatados en la tribuna local, el partido se reanudó y San Lorenzo llegó a empatar 2-2 en ocho minutos gracias a un doblete de Romeo. El resultado le alcanzó a River para dar la vuelta olímpica y cerrar el siglo como el campeón del fútbol argentino. Al final del encuentro, Díaz se enteró que Boca, principal perseguidor en la lucha, había terminado por detrás de Rosario Central en la tabla y lanzó una chicana muy recordada. "¿Terceros salieron? Jaaa", comentó.
Fotos: Fotobaires.
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