Las horas que vive Tristán Suárez son de felicidad absoluta. Es que ayer derrotó por 1-0 a San Telmo, en la final del reducido de la Primera B Metropolitana, y consiguió el tan ansiado ascenso a la Primera Nacional. Encima, llega a la Segunda División el fútbol argentino compartiendo un récord ni mas ni menos que con Boca: ambos nunca descendieron.
Al igual que el Xeneize, el Lechero, que comenzó su recorrido en la Primera D en 1963, no sabe lo que es perder la categoría. Vale destacar que, durante su estadía en la Pimrea C, entre 1975 y 1995, estuvo cerca varias veces de perder este invicto. Sin embargo, de alguna manera u otra, siempre pudo evitar uno de los mayores disgustos que da el fútbol.
Lejos de aquellos años en lo que luchaba la permanencia, hoy Tristán Suárez celebra el tan buscado ascenso que consiguió ayer y que le permitirá jugar por primera vez en su historia en la segunda categoría en importancia que tiene el fútbol argentino.