Los coletazos de los Juegos Olímpicos París 2024 se siguen viviendo en redes sociales y este viernes volvió a aparecer sobre el tapete el asunto de la calidad con la que fueron construidas las codiciadas medallas, de la mano de atletas que exponen su deterioro. Ahora, quien apuntó el tema fue la futbolista de Estados Unidos Lynn Williams, parte del equipo que se colgó la dorada tras vencer en la final a Brasil el pasado 10 de agosto.
Aún de fiesta tras el logro, la delantera se venía mostrando en sus redes sociales bailando y festejando en un boliche con la medalla a cuestas. Incluso, llegó a revolearla por los aires emulando un lanzamiento de martillo, pero increíblemente se le abolló luego en una caída normal, desde su hombro.
“Pienso que es el momento para contarles la tan esperada pregunta: ¿Cómo rompí mi medalla? ¿Cómo conseguí el posavasos más caro del mundo?”, inició su relato Williams. “Había una barra que sostenía la cinta en mi cuello. Obviamente, todos ustedes me vieron agitando la cosa”, graficó antes de mostrarse lanzando la presea. “Irónicamente, así no fue como se rompió. Estoy segura de que no ayudó, pero así no fue como se rompió. La tenía en mi hombro como un pequeño bolso y solo estaba saltando, bailando y salté y simplemente se cayó. Así que mientras todos bailaban yo andaba por ahí tratando de recoger mi medalla del suelo”, rememoró.
Aparentemente, esa pequeña barra que sostenía la cinta se salió de su lugar y provocó el desgraciado accidente: “Así que es más única. La pequeña barra se perdió, así que no sé qué pasó. Se aflojó y se cayó”. Y agregó: “Como dije, probablemente agitarla no ayudó, pero pienso que deberían haberlas hecho mejor, más resistentes, y honestamente no se me puede culpar por eso. Así que no sé si la voy a arreglar”.
La esperanza del cambio de parte del COI
La primera decisión de la jugadora fue pedirle al Comité Olímpico que le cambien la presea, aunque con el correr de las horas se fue haciendo amiga de la idea de que eso no suceda. “Estamos esperando noticias del Comité Olímpico. Dijeron que probablemente podría conseguir una, tenía que demostrarles que estaba dañada. Pero ahora estamos esperando para ver. Si no, honestamente pienso que es una historia divertida. Tengo una pequeña medalla de oro que es una historia”.
Para hacerse acreedora del máximo galardón olímpico, Williams ingresó desde el banco de suplentes en los seis encuentros de su equipo, disputando un total de 173 minutos. En el segundo partido de la fase de grupos, frente a Alemania, convirtió un gol para sellar la goleada 4-1.