La aventura tuvo de todo. Talleres cerró en Rusia una pretemporada histórica por donde se la mire, más allá de que los resultados en los amistosos no fueron los esperados. El equipo cordobés volvió a jugar en Europa después de 40 años, marcando todo un hito. "Un club sin límites, un amor sin fronteras" fue el lema de la gira y vaya que así fue. A nivel institucional, cruzar el Atlántico permitió un salto de calidad. En lo deportivo, dejó sinsabores.
En San Petersburgo, la T jugó tres partidos: perdió dos, uno con goleada en contra, y ganó el último, en una clara mejoría. Fueron encuentros de práctica, por lo que el balance no debe ser completo pero sí es cierto que se encendieron algunas luces de alarma durante la excursión al Viejo Continente. Así las cosas, en las posiciones de la Winline Summer Cup la T terminó en el fondo de la tabla. Veamos el detalle de cada duelo.
El Matador tuvo un traspié en el debut ante el Zenit, el conjunto local. Terminó 1-0 abajo en el Gazprom Arena. Por tener las bajas de algunos futbolistas que estaban disputando la Copa América, el paraguayo Ramón Sosa entre ellos, el cuerpo técnico debió meter mano en el once. Más allá de las acciones del juego, lo triste llegó al final: el partido terminó con pelea entre los jugadores y hubo expulsados. Sin dudas, una mala imagen.
El siguiente duelo fue el más flojo en cancha: Talleres cayó goleado por 5-0 por el PFC Sochi, en un duro golpe que no estaba en los planes de nadie. Si bien el entrenador había dispuesto variantes entre los titulares, el desempeño fue muy pobre. Más, considerando que el rival ahora disputará la segunda división de su país, una liga menor. No importó la vuelta de Matías Catalán, uno de los baluartes. La imagen había empeorado.
Al final, salió el sol. En el último cruce, la T venció a Estrella Roja, el campeón de Serbia y que ahora disputará los playoffs de la Champions League. Era una prueba difícil y fue superada con creces. De hecho, los cordobeses le impidieron quedarse con el primer puesto del torneo internacional veraniego. Alejandro Martínez convirtió el gol albiazul, que además fue el único de toda la gira en Rusia. Fue un triunfo necesario. La imagen mejoró.
"Para nosotros, fue muy positivo para lo que viene", dijo el DT Walter Ribonetto. "No podemos manejar los resultados, pero sí las formas y fueron buenas", cerró. El balance es que fue una linda experiencia, según se desprende de sus palabras. Ahora, se viene lo bueno. En días, Talleres volverá a jugar la Liga Profesional y ya asoma Vélez. En barrio Jardín quieren demostrar que siguen siendo líderes y también los mejores en la tabla anual.
Luego del regreso a la competencia oficial, vienen el gran choque del semestre. En agosto, la T se cruzará con River en los octavos de final de la Copa Libertadores. No se confirmaron bajas de peso (todavía), pero tampoco altas y por ahí pasa la clave. ¿Podrá Fassi mantener la base? ¿Necesitará refuerzos para dar el golpe contra el Millonario? Más allá de los amistosos, el partido del mercado de pases está en pleno desarrollo y podría marcar el destino del club.
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