A Tigre se le adelantó la fecha de los clásicos. No es necesario esperar hasta el lunes a la noche cuando le toca afrontar el emparejamiento con Vélez en el Amalfitani. No. En plena semana, este miércoles tendrá un derbi con mucha historia contra Chacarita, por Copa Argentina. Y ese partido puede ser crucial para el futuro de su técnico, Pipo Gorosito, que en lo que va del año, de seis partidos no ganó ninguno: apenas suma un punto, producto de un empate, y acumula cinco caídas. Si se tratara de otro técnico, quizá ya no estaría. Y aunque se trate de él mismo, probablemente el tipo con más espalda, el que lo sacó campeón contra Boca, los tiempos del fútbol son de mecha corta.
Ahora, este escenario de Tigre es muy anterior a estos días en los que Gorosito está al frente. La decadencia comenzó durante el ciclo de Diego Martínez, continuó con Juan Manuel Sara (su ayudante de entonces), se prolongó con Lucas Pusineri y está dando coletazos de crisis desesperante con Pipo. Algunos números que pintan claramente de qué se habla: el Matador ganó tres de los últimos 20 partidos (todos con Pusineri), lo justo como para salvarse del descenso el año pasado. Y este es el peor arranque de su historia en Primera.
Repasemos lo hecho por los últimos conductores, incluyendo todo el año pasado y lo que va de éste: Martínez dirigió 20 partidos (ganó 5, empató 7 y perdió 8); Sara ganó 4 y perdió 5; de sus 12 encuentros, Pusineri ganó 3, empató 4 y perdió 5, mientras que lo de Gorosito está mencionado (0-1-5).
En la Copa de la Liga, no sólo no ganó sino que no convirtió ningún gol y le marcaron diez. La anemia ofensiva, sufrida ya el año pasado, arrancó con la venta de Mateo Retegui a Italia y la salida de su socio, Facundo Colidio. Pero Tigre sufrió una sangría mucho mayor en la que perdió a hombres como Lucas Blondel, Equi Fernández, Sebastián Prediger, Lucas Menossi, Abel Luciatti, José Paradela, el arquero Gonzalo Marinelli, Gonzalo Badaloni (acaba de marcarle un doblete a Racing).
En cuanto a los refuerzos, ninguno cuenta realmente como tal hasta el momento, y es lo que le critica la gente en la cancha y en las redes sociales a la dirigencia y también al entrenador, que después de la última derrota, frente a San Lorenzo, hasta suspendió la conferencia de prensa.
Este cuadro de situación hace que la figura del técnico tambalee y nadie puede asegurar su continuidad si no lo acompaña un buen resultado contra Chaca. Los mismos dirigentes que lo fueron a buscar como un paraguas protector (prescindiendo luego de las elecciones de la figura de Pusineri) son los que esperan que el DT dé un paso al costado. Y si no, ellos también están dispuestos a actuar.
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