Se aproxima el miércoles y en Boca no rebosan las certezas sobre el posible equipo titular que pararía Miguel Ángel Russo para afrontar la vuelta de cuartos de final de Copa Libertadores ante Racing, que triunfó 1-0 en la ida. En vísperas del duelo crucial, Líbero llevó a cabo un análisis sobre las actuaciones de los jugadores que tienen chances de ganarse un puesto en el once inicial del Xeneize.
Hace un par de meses, Sebastián González llegó a La Ribera como una opción de recambio. Hoy es una alternativa concreta para la mitad de cancha. El Pulpo jugó y cumplió. No desaprovechó las oportunidades que tuvo en cancha.
Se mostró comprometido en la marca, criterioso en el traslado, preciso en la distribución y con vocación para pisar el área. Así desembocó su primer gol ante Arsenal la semana pasada. De igual manera, sus 32 años y la larga inactividad por lesión le pesan todavía en sus piernas y se le nota la falta de ritmo. El DT deberá edificar el círculo central y analizar si podrá acoplarse a Nicolás Capaldo y a Jorman Campuzano, los potenciales titulares, o si se superpondrá con ellos por sus similitudes en el juego.
Otro de los que podría plantarse desde el silbatazo inicial es Edwin Cardona. Demás está hablar de su categoría. El colombiano reúne todas las características para ser el gestor de los ataques del conjunto azul y oro: gran visión de juego, manejo de los tiempos, pase quirúrgico y remate potente. Sin embargo, su displicencia, su tranco cansino y su intermitencia empañan sus producciones en el verde. Ayer contra el Rojo, duelo en el que se desempeñó de doble cinco, le dio el triunfo a Boca con un golazo fiel a su estilo.
Asimismo, otro nombre de rendimiento discontinuo es el de Eduardo Salvio, quien fue de la partida en la ida ante Racing, sumó minutos ayer en Avellaneda y está en la puja por un lugar para la cita continental. El Toto, que aún es uno de los goleadores del equipo, mermó mucho su nivel. Se lo nota errático en las resoluciones, sin desequilibrio en los mano a mano y sin la cuota de gol que antes abundaba en su fútbol. Si el técnico lo incluye, será más por jerarquía que por presente.
En el andarivel opuesto del campo resalta la opción de Sebastián Villa, quien tampoco logró exhibir su mejor faceta, la que lo convirtió en un pilar clave en la consagración de la Superliga 19/20, pero se valora su ímpetu, su incansable despliegue y sus arremetidas en los últimos metros. En el duelo con Racing en el Cilindro de Avellaneda, las intenciones de Boca pasaron por sus pies. En la revancha posiblemente se repita la historia.
Posiblemente un peldaño más abajo en la consideración se encuentra Mauro Zárate, de sobrada categoría pero que parece no encajar completamente en este esquema del técnico. El domingo contra Independiente arrancó muy activo y se fue destiñendo con el correr de los minutos y las malas ejecuciones. Ganas y condiciones no le faltan para ser titular, pero este planteo no parece a su medida y Russo lo tiene en cuenta como carta revolucionaria para los complementos.
Por último, Franco Soldano, tantas veces criticados por su ineficacia a la hora de definir. Un delantero que hace el trabajo sucio: ahoga la salida del rival, se recuesta por los carriles para ser opción, retrocede para marcar y se tira a barrer. La deuda: el gol, que ayer finalmente se le dio y que le abre una puerta para estar desde el minuto cero en La Bombonera frente a Racing.
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