Pasó mucho tiempo. Por liga, casi tres años. Y finalmente, Independiente pudo dar vuelta un partido. Esa fue la gran noticia que se trajo de Junín. Independiente se demolía al primer golpe del rival, no encontraba reacción anímica y jugaba el resto del partido con el ánimo herido y la cabeza gacha. Ayer no. El Rojo se repuso y ganó.
Por eso, más allá de haber logrado la segunda victoria al hilo, la sensación positiva que quedó fue por la remontada. La lideró Leandro Fernández, su mejor jugador desde hace semanas. Lleva 7 goles y 7 asistencias en el torneo. El valor de eso es que lo hizo en un clima adverso y en el cual es común estar afligido; él no. Al revés, jugó con guapeza y demostró no tener una pizca de miedo escénico.
Milton Álvarez quedó ratificado como el arquero titular del equipo. Marcone entró al lado de Romero pero tomó la posta como volante central titular y no saldrá del equipo. Falcioni decidió no hablar después del partido por tercera vez consecutiva. Alega que “los jugadores están hablando en la cancha”, y tiene razón.
Foto: @Independiente