Independiente se vuelve de Brasil con una derrota por 1-0 ante Santos por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, pero también con un as bajo la manga. Es que los dirigentes reclamarán ante la Conmebol por la supuesta mala inclusión de Kaio Jorge, el autor del gol en el estadio Vila Belmiro. Según el reglamento en el que se ampara el Rojo, el delantero acumulaba tres tarjetas amarillas seguidas por Copa Libertadores y debía cumplir una fecha de suspensión.
Si bien el tema traerá polémica y algunos días de discusión, esta no es la primera vez que Independiente y Santos se cruzan legalmente en los pasillos de las oficinas del ente rector sudamericano, ya que en 2018 desde Avellaneda protestaron por lo mismo y salieron ganando. En aquella oportunidad, el futbolista Carlos Sánchez fue quien violó el reglamento al acarrear una suspensión de su paso por River en 2015.
La historia se remonta al 21 de agosto de 2018, cuando Independiente igualó 0-0 con Santos en Avellaneda por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. La familia Moyano tomó nota, envió el documento y la Conmebol falló a su favor con un 3-0 en el marcador.
Siete días más tarde, la vuelta en Brasil finalizó 0-0 y los entonces dirigidos por Ariel Holan pasaron a la siguiente instancia, donde serían eliminados por River en aquella polémica definición en el Monumental que incluyó un penal de Javier Pinola sobre Martín Benítez no cobrado por el árbitro Anderson Daronco ni por el VAR.
La expulsión de Carlos Sánchez en Huracán-River que benefició a Independiente frente a Santos en la Copa Libertadores 2018
El 26 de noviembre de 2015, el mediocampista Carlos Sánchez recibió la tarjeta roja por agredir a un alcanzapelotas durante la semifinal de la Copa Sudamericana que disputaron Huracán y River en el estadio Tomás Adolfo Ducó.
La Conmebol suspendió al uruguayo por tres partidos, en un fallo que se confirmó 23 días después, pero en 2016 dispuso una amnistía para todos los futbolistas sancionados que consistió en la rebaja de todas las penalidades a la mitad. Pasó el tiempo, el ex Godoy Cruz se fue a jugar a Monterrey de México entre 2016 y 2018 y cuando volvió al país no se percató del pequeño y gran detalle.
Cabe recordar que las suspensiones de un año tienen hasta tres años para prescribir, pero en el caso del castigo disciplinario contra Sánchez, el plazo era de seis años.
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