La Selección de Brasil está cerrando un 2023 para el olvido: su figura -Neymar- lesionada y afuera por varios meses, un flojísimo arranque en Eliminatorias -que incluyó la primera derrota en la historia jugando en condición de local-, crisis política en la Confederación Brasileña de Fútbol y con una incierta situación con respecto al entrenador, que era Fernando Diniz de manera interina a la espera de lo que se suponía era la ilusión de traer a Carlo Ancelotti. Sin embargo, el DT italiano anunció su renovación en Real Madrid y echó por tierra cualquier posibilidad de asumir el cargo en la Selección pentacampeona.
Hace algunas semanas, quien era presidente de la CBF fue corrido de su cargo: Ednaldo Rodrigues fue destituido por un Tribunal de Río de Janeiro, y era él quien había elegido esperar a Ancelotti hasta que terminara su contrato con el Madrid, colocando como interino a Diniz, que en estos meses hizo la doble con Fluminense y la Selección. Sin el dirigente que lo había buscado, y aunque nunca se había manifestado públicamente confirmando que fuera a ir a Brasil, Carletto le agregó todavía más incertidumbre al futuro de la Verdeamarela.
En este contexto, y salvo que la CBF elija rápidamente a su nuevo presidente y que este cambie el rumbo, se espera que Diniz sea el DT en la Copa América de mitad de año. Sin embargo, el flojo arranque de Eliminatorias -ganó los primeros dos partidos pero lleva un empate y tres derrotas consecutivas- le pone un manto de dudas al futuro del entrenador campeón de la Copa Libertadores y hace que los medios locales especulen con otros nombres.
Los últimos entrenadores exitosos en clubes brasileños son puestos todos arriba de la mesa: Jorge Jesús, campeón de América con Flamengo en 2019, fue mencionado pero asumió como DT de Al Hilal, en Arabia Saudita. Abel Ferreira, el portugués que sacó una y otra vez campeón a Palmeiras; Renato Gaúcho, ganador de Copa Libertadores con Gremio; y hasta Dorival Junior, otro histórico del fútbol local que sacó campeón al Fla en 2022 en la Libertadores. Directores técnicos ganadores no le han faltado al fútbol de Brasil en el último tiempo...
Sin embargo, habrá que esperar a que se resuelva primero la crisis política. Un pronto llamado a elecciones para evitar problemas con la FIFA, que no acepta que los gobiernos nacionales se metan en el fútbol y en caso de que eso suceda puede derivar en fuertes sanciones. Así que para Brasil será primero elegir a un presidente, y después definir quién será su entrenador para intentar que la mala racha no se transforme en una crisis futbolística.