El mundo entero sigue de cerca las noticias sobre la situación en Afganistán tras la llegada de los talibanes al poder. El cambio de gobierno implica también muchos cambios a nivel social que afectan a toda la población. El fútbol femenino había logrado grandes avances en las últimas dos décadas y sobre eso habló Shabnam Mobarez, última capitana de la selección femenina.
"Hemos levantado el fútbol femenino durante 20 años y ahora todo se puede venir abajo con el nuevo régimen. Aunque hagan público que incluirán a la mujer en su nueva sociedad, es falso. Lo que quieren es que la comunidad internacional les tenga fe, pero cuando pase este primer momento de 'tranquilidad' y confianza del planeta... empezarán a imponer su ley", inició en diálogo con Marca la jugadora que además es activista por los derechos de la mujer afgana.
Nació en Afganistán en 1995, año en que llegaron por primera vez al poder los talibanes, y en el 2000 se exilió. Actualmente vive en Nueva York y es la última capitana de la selección de su país, donde dio sus primeros pasos en el 2007 y empezó a competir a nivel internacional en el 2010.
"Lo más bonito que daba el fútbol a las mujeres era que las niñas podían tener un modelo a seguir. Se podían fijar en roles femeninos importantes y crearlos como modelos de vida. 'Yo quiero ser futbolista, como ella'. Eso ahora se va a acabar con el nuevo régimen talibán. Quitar el fútbol a las niñas será quitarles esa ilusión", afirmó la jugadora sobre los sueños de sus compatriotas, sobre todo de las generaciones más jóvenes.
"El fútbol es una herramienta de empoderamiento muy poderosa. Cuando una mujer afgana disputa un partido, no lo hace sólo por el resultado, lo hace también porque pelea junto a sus compañeras por su derecho a jugar a fútbol", remarca Mobarez.
Además, tuvo tiempo para hablar a corazón abierto y contar todas las sensaciones que le generan el momento que atraviesa su país. "A pesar de que salimos de Afganistán cuando yo era una niña, estas imágenes me han traído recuerdos ya olvidados de mi infancia en el país. Me imagino a las niñas, a las mujeres que ven todo esto llegar, o volver, e imaginando un futuro incierto, viendo cómo la oscuridad se aproxima a ellas y que van a empezar a preguntarse por qué ellas no van a poder seguir yendo a la escuela, o su madre y hermanas al trabajo. Y ellas sin tener ni idea de nada. Encima crecerán viendo a las mujeres estando en casa como único objetivo en la vida y crecerán sin perspectiva, viendo sólo a los hombres en la calle... La verdad, todo esto me rompe el corazón", confiesa Shabnam.