El mal momento de Corinthians parece estar en su pico máximo: al bajón futbolístico -hace un mes que no gana, empató ayer de local sobre la hora contra Cuiabá y quedó en zona de descenso- y las internas que involucran la política del club brasileño, se le sumó la invasión de sus propios hinchas al Parque São Jorge, sede social del Timao, y no fue para nada amistoso. Con bombas de estruendo y fuegos artificiales protestaron por la actualidad deportiva e institucional.
Luego del empate de ayer, la sede amaneció con pintadas dedicadas a los jugadores, con las frases: “Basta de mentiras", "Mostrar actitud” y “Equipo sin vergüenza”. Aunque falta la mitad del Brasileirao y todo puede pasar, no se puede negar que Corinthians es uno de los peores equipos del momento, junto a Vitoria, Gremio y Fluminense, que se desplomó luego de ganarle la Copa Libertadores al Boca de Jorge Almirón.
Más tarde, un aproximado de 30 hinchas directamente se metieron en la sede por la fuerza para mostrar su descontento y exigirle más a los jugadores y al cuerpo técnico, aunque ninguno estaba allí dado que hoy tuvieron día libre post partido. Llegaron hasta el quinto piso del edificio, donde está ubicada la oficina del presidente Augusto Melo y rompieron algunos vidrios. Algunos empleados del club habrían sido amenazados y también el presidente de la directiva del Timao, Romeu Tuma Júnior.
Los fanáticos gritaron “la paz se acabó” y “siempre será así” dentro de la sede, donde estuvieron un rato largo, hasta que se fueron luego de romper los vidrios del quinto piso. La próxima fecha, Corinthians visitará nada menos que a Palmeiras y el siguiente partido, de local ante Vitoria, rival directo en la lucha por el descenso.