Una máscara azul en el rostro de los jugadores del Real Madrid, de las cuales se desprenden unas pequeñas mangueras que luego se conectan a una especie de mochila, fueron lo más llamativo de las fotos que compartió recientemente el club en sus redes sociales. Correspondían a una práctica cualquiera, pero que es parte fundamental de la preparación física que lleva a cabo el plantel bajo las órdenes de Antonio Pintus.
Esa herramienta se conoce como máscara de hipoxia y es utilizada por el preparador físico italiano de 61 años, quien llegó a la institución a mediados de 2016 por pedido de Zinedine Zidane. Estuvo dos años y, tras trabajar con los sucesores del francés, en 2019, cuando Zizou retornó a la institución, fue desplazado. Sin embargo, a mediados de 2021, época en la que volvió Carlos Ancelotti, fue recontratado.
El propio Pintus, quien posee una licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte otorgada por la Universidad Claude Bernard de Lyon y una larga trayectoria en el alto rendimiento, reveló para qué sirve este tipo de entrenamientos: "Con estos test puedo individualizar el trabajo de carrera. El objetivo es repetirlo en marzo, para nosotros es importante porque puede ayudar a comprender si tenemos que seguir en el trabajo aeróbico o dejarlo si el equipo está muy bien y concentrarse en trabajos de aceleraciones".
Además, en declaraciones al diario AS, Pintus especificó de qué sirven estas máscaras: “Los jugadores realizan una prueba de esfuerzo típica, pero con un sistema portátil para medir la capacidad de oxígeno máximo (VO2 max). La máscara se usa para conocer la capacidad respiratoria del futbolista mediante un electrocardiograma y el análisis de gases”.
Cabe señalar que cada una de estas cuesta unos 30 mil euros. Las pruebas de esfuerzo se llevan a cabo durante 20 minutos y el fin es llevar al cuerpo al máximo, para saber en ese punto qué capacidad de aire es capaz de asimilar.
Pintus comenzó a trabajar con este método a principios del siglo cuando formaba parte del Mónaco y luego lo utilizó en Juventus, Inter, West Ham United, Sunderland y Olympique de Marsella, aunque sabe reconocer que no es del agrado de los futbolistas por el esfuerzo que implica.
Sin embargo, todos coinciden que es para bienestar del equipo y el italiano es considerado uno de los mejores en su puesto. Ancelotti, el técnico del Real, lo definió: “Antonio es un gran profesional, uno de los mejores que he tenido. Tenemos relación de amigos porque es humilde y es un gran profesional. Se centra en los pequeños detalles y los jugadores tienen mucha confianza en él”.