Red Bull reconoció la existencia de un dispositivo en su coche RB20 que viola el Reglamento Técnico de la FIA, luego de que varios rivales lo señalaran como una infracción. El equipo de la Fórmula 1 fue acusado de utilizar un mecanismo que altera el suelo del monoplaza durante el régimen de parque cerrado, lo que está prohibido. Ante esto, decidió realizar cambios inmediatos en su vehículo para el Gran Premio de los Estados Unidos.
El jueves, la prensa especializada informó que varias escuderías habían objetado el ajuste del "T-Tray" en el RB20, un soporte clave en la parte delantera del vehículo. Este elemento, al modificarse, generaba un beneficio significativo en la altura del coche, tanto en clasificación con el depósito vacío, como en carrera con más combustible.
Las sospechas sobre este "truco técnico" surgieron por primera vez en el Gran Premio de Singapur, la última vez de Franco Colapinto con Williams. Al revisar los documentos presentados a la FIA, los equipos competidores detectaron que algo no estaba en regla con el auto de Red Bull.
Un vocero de la escudería británica confirmó a la BBC la existencia del dispositivo, aunque aseguró que no es accesible una vez que el coche está armado y listo para competir. El representante señaló: "Sí, existe, pero no se puede manipular una vez que el monoplaza está completamente montado. En nuestras conversaciones con la FIA, se ha tratado el tema y hemos acordado realizar los cambios necesarios de cara al futuro".
Este tipo de modificaciones aerodinámicas están prohibidas por la normativa de parque cerrado. El artículo 40.2 del reglamento de la F1 detalla que solo se pueden ajustar elementos del alerón delantero utilizando las piezas existentes y que no está permitido añadir, quitar o cambiar componentes durante el parque cerrado. Asimismo, el artículo 40.9 prohíbe cualquier alteración del coche sin herramientas.
Se sospecha que Red Bull modificaba la altura del auto a través de un botón accionado desde el volante por el piloto. La FIA tomará medidas reforzadas para controlar los procedimientos de parque cerrado y realizar inspecciones más estrictas en los autos de cara a los próximos Grandes Premios.