Pesa sobre el River de Gallardo una maldición que llega directamente desde el barrio de La Boca. Sí, aunque parezca insólito, todos los cruces entre River y Boca en competencias internacionales dejaron algo en lo que hay que creer o reventar.

Tomando como punto de partida el cruce de Sudamericana en 2014 hasta el último superclásico por Libertadores en 2019, siempre que River eliminó a Boca, o por caso, le ganó la final, como en 2018, al año siguiente, lo terminó pagando caro, ya que quedó eliminado en la misma instancia.

Repasemos. En la semifinal de la Sudamericana 2014 se cruzaban millonarios y xeneizes, en un duelo que quedó marcado por el penal que Barovero le tapó a Gigliotti en los primeros minutos del partido de vuelta en el Monumental. Luego vino el gol de Pisculichi y, como la ida había terminado 0-0, los de Nuñez accedieron a su primera final con Gallardo y a la postre, coronándose vs Atletico Nacional.

Al año siguiente, por la misma competencia, River otra vez dijo presente en la semifinal, ésta vez frente al Huracán de Eduardo Dominguez. Un 1-0 sorpresivo en el Monumental dejó mejor parado al equipo de Parque Patricios y el 2-2 de la revancha en el Ducó no le bastó al Millo para pasar.

Ese mismo 2015 dejaría una mancha negra en la historia de los enfrentamientos de los dos equipos mas grandes de Argentina. Octavos de final los enfrentó, esta vez por Copa Libertadores. En la ida River se impuso con gol de Carlos Sánchez y en el segundo partido, luego de un primer tiempo intenso, apareció en escena el famoso “Panadero”. Lo que siguió fue historia conocida: gas pimienta, D´Onofrio sobre el césped de la Bombonera, los jugadores de Boca dispuestos a jugar, suspensión y Conmebol y su decisión de dar por ganado el partido y por ende, la serie, al conjunto riverplatense. Finalmente River, llegaría a la final y volvería a levantar el máximo título internacional después de 19 años.

En 2016 se reafirma la “maldición” ya que River, defensor del título, se enfrentó a Independiente del Valle, un equipo menor del continente y cayó en esta instancia luego de perder 2-0 la ida y vencer por 1-0 en la vuelta.

Llegaría 2018 con todos sus condimentos. River a punto de quedar afuera en semifinales vs Gremio, la llegada del VAR (lo había perjudicado frente a Lanus en 2017), el penal del Pity Martinez y la final mas esperada de la historia. Primera vez que se jugaba un fin de semana, todos los calendarios corridos, suspensión por lluvia del primer chico, se juega al día siguiente, empatan 2-2 y todo se define en Nuñez, sin gol de visitante, como todas las finales.

Merece párrafo aparte esa segunda final, ya que al igual que el partido de ida, se jugaba un sábado pero piedrazos al micro de Boca llegando al estadio obligaron a la postergación. Declaraciones cruzadas, se pasa la final al domingo, la gente llega al estadio, Boca no se presenta, momentos de tensión, idas y vueltas, se termina jugando... ¡en el Santiago Bernabeu! Si, en Madrid, la FINAL DE LA COPA LIBERTADORES DE AMERICA, Si, en Madrid, una final entre DOS EQUIPOS ARGENTINOS. El resultado es el conocido, empate 1-1 en los 90´, el alargue, un golazo de Juanfer Quintero para romper la igualdad y la corrida hacia la eternidad del Pity Martinez para ponerle cifras finales a ese 9-12-18 que quedará en la historia del fútbol sudamericano.

Pero volvemos a la “maldición” porque al año siguiente, River vuelve a acceder a la cita máxima, esta vez frente a Flamengo y luego de vencer a Boca en la semifinal, tema del que nos estaremos explayando mas adelante. Primera final única de la historia, pero como siempre en CONMEBOL, nada es fácil. Se jugaba en Santiago de Chile pero por un conflicto social en el país trasandina se trasladó a Lima. Hasta allí llegaban el Muñeco Gallardo y su plantel para obtener la tercera Copa Libertadores del exitoso ciclo del entrenador. Enfrente un superpoderoso Flamengo, dirigido por el portugués Jorge Jesús.

Todo hacía indicar que River llegaba a su quinta Libertadores, todo el partido ganando 1-0 con gol de Rafael Santos Borré. El partido controlado, pero en tres minutos fatales la historia se dio vuelta y Gabigol, con dos goles, se llevó la Copa para Rio de Janeiro. Otra vez, River caía en la misma instancia en la que había sacado a Boca el año anterior.

Dijimos que íbamos a hablar de la semifinal de 2019 y otra vez la historia nos cruza a Boca y a River. Y otra vez encontramos a un River victorioso, ya que en la ida, disputada en el Monumental, encontró una diferencia de dos goles contra ninguno de un timorato equipo rival. La vuelta fue distinta, según Alfaro, DT de Boca en ese momento, pero no le alcanzó ya que el 1-0 le dio el acceso a los de Nuñez a la final.

Y llegó el 2020 y la pandemia y la postergación de la Copa pero otra vez la “maldición de Boca” se cruzaba en el camino de Gallardo y sus muchachos. Otra semifinal de Libertadores, esta vez el rival fue Palmeiras, el equipo de Felipe Melo, que en la ida jugada en el estadio de Independiente, en Avellaneda, le espetó un contundente 3 a 0 que lo dejó casi KO para el partido de vuelta. Pero el DT en conferencia le dio esperanza a sus hinchas y jugadores diciendo que había que tener una “noche épica de esas que hay pocas en el fútbol pero que cada tanto se dan” y si bien no le alcanzó, tuvo algo de esas noches. Lo vapuleó al Palmeiras a domicilio, un 2-0 que podría haber sido 4, 5 o 6. Le anularon un par de goles, de forma correcta pero el dominio fue total. No le alcanzó, Palmeiras se llevó la llave y luego la Copa, y River se quedó, por cuarta vez, afuera en la misma instancia en la que el año anterior, sacó a Boca. CREER O REVENTAR.

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